La Contemplación

CAPITULO VIII

Reconocer el Poder Interno en el propio corazón

La Contemplación es un alto ejercicio espiritual conocido desde hace mucho tiempo. Cuando el Mesías  encarnó en este planeta por primera vez como Juno en la lejana Lemuria, enseñaba a la gente la forma natural de comunicarse directamente con Dios para recibir asistencia y exteriorizar el Poder Interno, práctica que, posteriormente, fue llamada oración. Si el ejercicio hubiera seguido su ritmo correcto, habría dado a la gente una gran superación, así como también al mundo; pero se atravesaron las religiones creadas a lo largo del tiempo con sus ritos y ceremonias externas, que desviaron la atención y extraviaron a la gente, sobre todo, al convertir la oración en rezos rutinarios y repetitivos juntamente con la adoración a los santos en los altares de las iglesias.

En la Contemplación, no se piden favores ni se busca solucionar los problemas personales por no ser ésa su finalidad, ya que se debe practicar como una acción de gracias realizada internamente de manera sencilla, sin sacerdotes intermediarios ni liturgia alguna, lo cual dispersa la atención y la saca para afuera. La finalidad fundamental es la unión consciente con Dios y el reconocimiento del Poder Interno en uno mismo. A través del latir del corazón, fluye la energía divina que es vida expresada en Amor, Sabiduría y Voluntad, las tres cualidades de la Llama Triple. Simplemente, hay que mantenerse en armonía y quietud para dejar que la energía se exteriorice con mayor intensidad porque, en ella, está contenida toda la fuerza de ser y existir, la capacidad inteligente de pensar, la armonía radiante del sentimiento, el poder de controlar lo externo para manifestar lo que se desea.

El corazón es el punto de contacto con el Divino Poder, ya que la Chispa Divina de la Eternidad está allí alojada a nivel etérico y, por su alta vibración, es como el suiche de conexión que nos une a Dios, al Poder de la Divina Presencia, su Representante directo, al Gran Todo. En esta alta comprensión, si el hijo es como el Padre, tiene también su Poder en esencia y lo puede manifestar; pero, para ello, ha de comprender, se ha de esforzar ya que, a lo que se regala simplemente, no se le da valor ni tampoco lo saben utilizar. Ha de haber un crecimiento interno en conciencia y vibración para merecer tal maravilla que, por estar en forma no consciente, no le dan valor alguno, no la saben usar en forma correcta. El Poder Interno se ha de merecer y es preciso esforzarse en ello.

El Amado Jhasua de Nazaret, cuando hacía sus maravillosas curaciones, preguntaba a la gente si creía en el Poder de Dios que estaba en ellos mismos, en sus corazones y luego la curación sólo se manifestaba en quienes sí lo creían, lo aceptaban. Esto está claramente expresado en el libro “La Novena Luz”. Por ello, la Otra Polaridad, para que nunca nadie sepa de su Poder Interno, creó la separación colocando a Dios en los distantes Cielos, a la vez que rebajó la autoestima de la gente con ceremonias de arrodillamiento y sumisión para que jamás nadie se crea capacitado y se sienta inferior. Si a esto se añaden el temor, el sufrimiento, ¿quién puede levantarse en su dignidad y ser realmente un hijo de Dios?

La necesaria unión y gratitud

Hay que comprender que la fuente de todo Poder está en el corazón, “templo no hecho con las manos” como decía Conny Méndez. Unidos al Poder de Dios a través del corazón, se acaban las dificultades y todo se va destrancando en la vida. Por eso, es tan necesario practicar la Contemplación, entender por qué se hace, qué beneficios tiene. Al separarse la gente mentalmente de Dios por creer que está en los distantes Cielos, hay una desconexión muy grande y sólo se recibe la energía necesaria para vivir. Por ello, el Poder Interno no se exterioriza; pero, por medio de la unión consciente a través de la Contemplación, las personas crecen en fuerza e inteligencia.

Se trata de un ejercicio de reconocimiento y unión con Dios, con la Divina Presencia y también de aceptación del Poder Interno que está en uno mismo, se expresa a través del corazón, en su latir. Consiste en sentarse, relajarse, tratar de no pensar en nada y centrar la atención en el corazón con alguna sencilla afirmación como, por ejemplo: “Yo Soy un sol e irradio Luz, Maestría y Poder”.

No se precisa pedir nada porque el Padre todo lo sabe y conoce nuestras necesidades. Sólo hay que sentir la unión consciente, dar las gracias, expandir la luz del corazón por medio de la respiración rítmica y permanecer en silencio durante algún tiempo. Igualmente, en la Contemplación, se puede hacer contacto con los Maestros Ascendidos, los Hermanos Mayores y seres de luz de otras dimensiones para recibir su radiación y asistencia. Permite igualmente mejorar la vida personal, el trabajo, la familia y otros aspectos.

La relajación en el silencio

Se trata de un ejercicio interno en el cual no intervienen la personalidad ni ninguno de los vehículos y esto se logra por medio del aquietamiento llamado “relajación”. Es preciso aquietar toda actividad externa; pero el silencio no consiste tan sólo en no hablar y tratar de permanecer calmados, ya que pueden estar sentados en la silla pensando de todo, sintiendo emociones diversas y creyendo que, por no hablar, lo están logrando. La quietud mental consiste en no pensar durante esos instantes apacibles; la quietud emocional, en no dar paso a las emociones y sentimientos personales. El cuerpo físico también reclama atención y protesta de algún modo moviendo pies y manos, rascándose aquí y allá. Es una intranquilidad personal con el deseo de estar en movimiento, en constante acción, a lo cual está acostumbrada normalmente la personalidad.

Hasta que todo eso no haya cesado, no hay silencio alguno ni logros en la práctica de la Contemplación; pero siempre se empieza y por algo hay que hacerlo. Lo mismo que, al tocar un instrumento musical se va logrando adelanto por medio de la práctica y la perseverancia, igual sucede con la Contemplación. Quienes comienzan han de dar los primeros pasos, que son fundamentales y no llega la maestría del perfeccionamiento nada más empezar. Lograr el aquietamiento de los vehículos y de la personalidad no resulta tarea fácil ni inmediata para poder contactar lo interno y dejar que la energía fluya ilimitadamente a través del latir del corazón. Si hay perseverancia, los resultados son inmediatos y se producen, en la vida, cambios muy beneficiosos porque, al contactar lo superior, hay una alta energía revitalizadora.

No entiendan la Contemplación como un ejercicio para hacer viajes astrales de desdoblamiento, oír voces, ver cosas sobrenaturales, presenciar fenómenos sorprendentes, porque lo fenoménico y misterioso no está dentro de esta práctica, que es del psiquismo y no conduce a nada bueno. La curiosidad malsana hacia lo misterioso y sobrenatural lleva un gran peligro que abre gravemente la puerta astral.

Se precisa comprender la Contemplación, qué es, para qué y por qué se hace, antes de ponerse a practicar los ejercicios con objeto de poder realizarlos bien y no extraviarse. Siempre, antes de emprender un camino y hacer algo, deben conocer la situación, el por qué y para qué pues, de lo contrario, sólo se consigue el fracaso acompañado de la decepción y la tristeza.

Un tesoro escondido

En el corazón, hay un tesoro escondido que no proviene sólo de esta vida sino de muchas otras anteriores. Al reconocer y aceptar el origen divino, la unión con la Interna Divinidad y el Gran Todo, las puertas se abren de maravilla. Al darse cuenta de que el Poder está en uno mismo dispuesto a ser usado, cambia todo alrededor; pero muchos velos han de ser quitados antes de poder llegar a la comprensión de esta verdad. El proceso de recepción de energía no es nada difícil ni complicado sino algo sencillo. Son los errados pensamientos, procedentes del pasado, los que están cerrando las puertas por creencias equivocadas inculcadas anteriormente. Con cada respiración, se acelera la rata vibratoria ya que la energía es la fuerza creadora de la vida y está en todas partes.

Pensar y decir: “Yo Soy un Sol e irradio Luz, Maestría y Poder, no ha de ser con palabras huecas, rutinarias y repetitivas pues, sin comprender algo que se dice, no se producen ningunos resultados ya que eso viene siendo como letra muerta, sin sentido. La parte humana es quien pone mayor resistencia en la práctica de la Contemplación porque no entiende y le fastidia el silencio, quedarse sin hacer nada.

Aunque el ejercicio de la Contemplación se dio hace mucho tiempo, los seres humanos no han recibido este maravilloso regalo como debe ser ni asumieron su responsabilidad con respecto al uso correcto. Aun conociendo la práctica actualmente, son bastantes personas las que se descuidan, no mantienen la constancia, no hacen conciencia de la importancia y necesidad que hay de contemplar. Se precisa esfuerzo, firmeza, dedicación, no realizar el ejercicio esporádicamente alguna vez. Hay quienes ponen resistencia por considerar la práctica larga, difícil, lo cual no es la verdad, ya que son ellos los que lo hacen mal.

Resulta tan sencillo contemplar que, con una sola respiración profunda, ya se logra el contacto con la Divina Presencia de Dios. El decreto inicial imprime la energía necesaria para abrir la puerta al Magno Poder. Les doy esta afirmación: Yo Soy la radiante luz del corazón que me eleva, disuelve las interferencias en mi vida y me sostiene en mi adelanto victorioso. Muchos libros hay por el mundo con prácticas espirituales para meditar, orar y contemplar; pero sólo los libros Ray Sol explican la manera correcta de hacerlo, ya que fueron dictados por los Maestros de Luz.

La Contemplación será un ejercicio fundamental practicado durante la permanencia en la Nave Esfera después del Rescate. Para ello, habrá lugares específicos preparados especialmente y se enseñará la técnica correcta, se explicarán los beneficios obtenidos, la necesidad de hacerla diariamente y alargar el tiempo lo más que se pueda; aunque sin forzar ni obligarse a ello, porque resultará agradable y lo querrán hacer.

Realizar el Poder Interno

En realidad, hay una preparación básica para esto porque, a lo largo de sucesivas reencarnaciones, sea cualquiera la religión y el nivel de conciencia alcanzado, todos los seres humanos fueron capaces de reconocer a un ser superior, fuente de todo lo creado a quien llamaron Dios, Jehová, Alá, Buda más otros muchos nombres. Esta es la idea fundamental que capacita para una mayor subida de nivel.

La Presencia de Dios está en todo cuanto existe. Sólo hace falta reconocerla, aceptarla para que se manifiesten su fuerza y poder. Al hacer conciencia de la unidad con Dios, se da paso a la voluntad Divina para realizar sus obras; pero la personalidad debe conocer esta verdad, aceptarla y ceder sin poner resistencia; de lo contrario, ningún poder llegará a exteriorizarse. Los Maestros Ascendidos y Hermanos Mayores también practicamos la Contemplación porque seguimos evolucionando, avanzando en la Luz. Nos permite mantenernos en contacto directo con la esencia de la divinidad, nos ayuda a sostener el equilibrio, a estar alerta ante cualquier situación sorpresiva.

Los alumnos y servidores que practican la Contemplación y no se les destrancan las dificultades en sus vidas es porque no están siendo sinceros con ellos mismos, no tienen perseverancia ni lo hacen bien, se resignan y conforman por falta de voluntad, por incredulidad y no hacen el suficiente esfuerzo; pero, también pueden haber causas karmáticas que lo impidan. Generalmente, cuando se invoca ayuda, inmediatamente llegan las respuestas de orientación; pero, si les falta lo principal que es la acción, todo se queda en nada. Recuerden que lo importante es actuar en el plano físico y, ustedes mismos, abrir caminos.

¿De dónde proviene el nombre de “Contemplación”? ¿Se conocía ya esta palabra?

Esta palabra no es originaria de este mundo, pues fue traída por los Hermanos Mayores rezagados de Venus quienes, cuando llegaron al planeta Tierra, eran más adelantados que los que vivían aquí. Eso sucedió hace mucho tiempo. Desde la época de las antiguas civilizaciones, fueron llegando rezagados a este planeta.

El significado de esta palabra se refiere adorar algo considerado superior, en el sentido de tenerle admiración y respeto e igualmente indica que, a través de la práctica, es posible hacer contacto con los mundos situados en Cuarta y Quinta Dimensión, donde se encuentran los Hermanos Mayores y los Maestros.

Ventajas y beneficios

La práctica frecuente de la Contemplación suaviza las condiciones de la vida y las hace más armoniosas, proporciona claridad mental para resolver los asuntos personales que tengan interferencias y dificultades, acelera la rata vibratoria. También permite disfrutar mejor de la vida, da paz, creatividad, forma un campo de protección muy beneficioso, proporciona alegría, bienestar, salud para el cuerpo físico, mejora la apariencia personal. Produce beneficios en lo económico, armonía familiar y laboral, retarda el proceso de envejecimiento en las personas.

Resulta prácticamente imposible, para el ser encarnado en el plano denso, lograr avances significativos en su evolución, si no realiza la unión con su Padre Creador frecuentemente o con algún Maestro Ascendido; es decir: si no practica la Contemplación. Algunas personas de buenos principios pasan la vida contemplando y nunca lo saben, ya que lo hacen en forma no consciente al unirse a Dios en mente y corazón. Otras personas de mayor evolución, que ya conocen la práctica, se descuidan y fallan al no hacerlo bien ni con frecuencia. Hay también quienes no avanzan porque se les atraviesa la parte humana que pone resistencia, unido todo ello a la constante intromisión de la Otra Polaridad para perturbar.

Son escasas las personas que, conscientes de la necesidad de practicar la Contemplación, la realizan con el buen propósito de crecer internamente y adquirir fortaleza, lo cual tiene sus buenos frutos: Paz, orden, claro discernimiento, comprensión, firmeza, voluntad para enfrentar las dificultades de la vida. Los problemas vienen siendo diferentes en cada persona; pero, si en dos individuos se presenta una prueba similar, quien invoque a la Luz sabrá resolver bien la situación con la ayuda de su Divina Presencia y de los Maestros. Si practica la Contemplación, tendrá la inteligencia, fortaleza y voluntad para una acertada solución.

Otro beneficio satisfactorio es que las células y átomos se renuevan, los vehículos cambian de color y rechazan lo negativo, lo van disolviendo. Al tener mayor paz, alejan las peleas y discusiones del ambiente familiar y laboral. Las personas se vuelven más ordenadas, enfrentan sus propios errores y los reconocen para poder corregirlos, hay cambios notables en sus vidas. Surge un deseo de superación que puede ser canalizado a través de un buen trabajo, la aceleración vibratoria, limpia los vehículos y proporciona gran vitalidad, se amplía el nivel de conciencia, lo cual saca de la limitación y el estancamiento. Estar conscientes de la unidad con Dios destranca las vidas, da paso a la Voluntad Divina para lo bueno y correcto. Por tal razón, el decreto: “Yo Soy un Sol e irradio Luz, Maestría y Poder” es muy acertado. En cada latir, llegan oleadas de energía que irradian desde el propio corazón para ir creciendo internamente y lograr lo deseado.

Realizar bien la Contemplación

Se puede pasar la vida entera realizando la Contemplación y no saberlo hacer bien. Como dice una canción de la Obra Ray Sol: “Contemplar no es embobarse de algo, quedarse pasmados, estar en la luna, vivir retrasados. ¡No, así no es! Sentarse tranquilos y en paz, escuchar el latir del corazón, contactar a Dios, sentir su amor como algo superior, crecer en silencio. ¡Eso es contemplar! Pues ya sé lo que es la Contemplación”. No debe confundirse esta práctica con nada psíquico.

Hay que dejar los malos hábitos aprendidos en otras escuelas espirituales y filosofías diversas, no pensar en lo fenoménico y misterioso de ver y oír, desdoblarse para viajar. ¡Eso es pura ilusión; no sirve! En la canción, está explicado todo. Deben saber que, al comenzar a practicar la Contemplación, la personalidad pone resistencia porque no quiere ni le interesa el ejercicio, ya que se desilusiona al no ver ni oír nada. Por ello, se precisa poner orden, tener voluntad y perseverancia al realizar el ejercicio.

También se debe cuidar mucho de que la conciencia humana no los lleve hacia lo psíquico que tanto le encanta por el fácil misterio que encierra. Alejen lo fenoménico pero, si hay facultades de clarividencia, claroaudiencia y otras, sepan canalizarlas bien. Invoquen a la Divina Presencia para que dé, a esas facultades, un uso correcto. No se pongan a alardear de lo que ven y oyen, porque han de cuidar de la privacidad, del silencio. La personalidad no tiene ningunas facultades superiores más que los cinco sentidos físicos; por lo tanto, vanagloriarse resulta absurdo. No hay que curiosear sino guardar reverencia, privacidad.

En la Contemplación, se hace conexión con la Divina Presencia, con el Gran Todo y los seres de luz; pero ese logro no lo alcanzan todas las personas, lo cual no significa que sean inferiores y atrasadas sino que tienen un bloqueo mayor que se irá destrancando poco a poco. Deben saber que la Contemplación no requiere de esos contactos ni de ninguna exteriorización, ya que se trata de una acción de gracias en la unión consciente con la Divinidad para ir creciendo internamente, recibir luz, energía, fuerza y poder. Basta con sentirse tranquilos y en paz, darse cuenta de como van mejorando sus vidas, las nuevas oportunidades que surgen, observar que tienen mejor salud, un nivel económico más óptimo, la familia y los trabajos armonizados lo cual no sucede de inmediato.

El ejercicio se ha de realizar conscientemente, ser constantes e ir alargando el tiempo de duración según las posibilidades. Simplemente, al sentir alegría, paz, bienestar, ya realizan bien el ejercicio, si logran alejar los pensamientos y sentimientos que irrumpen en la conciencia, por medio del relajamiento y la práctica de entrar en el silencio interno. No esperen fenómenos, voces, visiones, no se fastidien a sí mismos con una relajación larguísima. Por ejemplo: se acostumbra, en algunas filosofías, a poner la atención en los dedos de los pies para ir subiéndola por todo el cuerpo. Esas viejas y erradas técnicas espirituales no son acordes con la enseñanza que practicamos y no producen tampoco ningún resultado satisfactorio.

Hacerla mal

No tiene buen éxito la Contemplación en los siguientes casos:

— Cuando se sientan en la silla y se ponen a pensar de todo, a sentir lo que sea de manera que, al terminar, sólo han perdido el tiempo. Para corregir esto, practiquen el ejercicio de entrar en el silencio interno y los otros, de relajación indicados.

— Al centrar la atención en escuchar voces, ver, oír esto y lo otro, no comprenden bien que es la Contemplación y no obtienen resultados. Todo lo que consiguen es conectarse con lo psíquico, que viene siendo sumamente peligroso.

— Si hacen ejercicios de desdoblamiento consciente para salir del cuerpo con objeto de “viajar”, visitar Retiros Etéricos, etc. Nada de esto aconsejamos.

— Por falta de constancia: Hoy, practico la Contemplación y mañana no lo hago sino de manera esporádica, sin orden ni disciplina. En este alto ejercicio, se requiere cierto control, orden y paz.

— Por no saberse relajar, lo cual da como resultado permanecer sentados perdiendo el tiempo con intranquilidad y desasosiego.

— La Contemplación tampoco consiste en repetir decretos e invocaciones, lo cual podría parecerse a los rezos de las iglesias. Es una actitud de serenidad y paz para poder entrar en el silencio de lo interno. Quien no sepa hallar el silencio dentro de sí mismo no puede contemplar bien porque los cuatro vehículos y la personalidad reclama atención, interfieren generalmente. No obstante, eso se va corrigiendo y superando con la práctica. El cuerpo físico quiere moverse, el mental, pensar y sentir el emocional pues no soportan el estado de quietud. Por ello, hay que poner orden.

— Unirse a la Divina Presencia de Dios es convertirse en una sola luz, lo cual se logra al aquietar los vehículos por medio de la relajación, en forma sencilla y breve. Lo complicado y difícil no entra en estas prácticas, así como lo confuso que no tenga explicación. Se debe saber lo que hacemos, por qué y para qué se practican los ejercicios que interesan.

— La posición más correcta es estando sentados. No resulta conveniente hacerlo acostados, porque pueden quedarse dormidos. Sobre si es más adecuado el día o la noche, con luz o en la oscuridad, eso no tiene gran importancia. El tiempo lo decide uno mismo, el lugar. Basta que haya limpieza y orden en cualquier ambiente que facilite ponerse a practicar el ejercicio. No es indispensable la música de fondo.

— No recomendamos prender velas ni hacer ningún ritual, pues todo eso abre la puerta a los peligros de lo psíquico. Poner retratos de Maestros y flores como en un altar, tampoco es correcto.

— Con respecto a la vestimenta, si quitarse o no los zapatos, decimos que basta con sentirse cómodos, relajados. No resulta conveniente usar túnicas que datan de tiempos pasados y no corresponden a esta época. Tampoco es aconsejable usar cinturones apretados que molestan, sino ropa holgada y cómoda.

— No recomendamos prender incienso, grabar la propia voz para escuchar en silencio, procedimiento muy usado en los años pasados en los cuales y en grupos desviados, se daban charlas escuchando una grabación.

 

Algunas preguntas sobre aspectos practicos. Responde el Maestro Serapis Bey

    ¿Por qué bastantes alumnos y personas sinceras que practican la Contemplación no lo hacen bien? ¿Es por lo difícil del ejercicio?

— La razón principal, en los pasados años, era que no estaban dadas las condiciones para poder iniciar a los alumnos y personas interesadas en lo espiritual, en la práctica de la Contemplación. La agitada vida de trabajo y obligaciones no permitían dedicar tiempo para instruirlos y prepararlos. Por ello, la Amada Conny Méndez explicó la Contemplación en forma sencilla con objeto de que quienes leían sus libros comenzaran a practicarla. Esos primeros esfuerzos dieron los debidos resultados; pero, ahora, con el paso del tiempo y gracias al aprendizaje realizado, podemos avanzar más hacia adelante con una instrucción más amplia y completa que fue dada por los Maestros Ascendidos.

    ¿Cómo irse preparando?

— Para llegar al logro de la práctica correcta, se precisa realizar el control de los vehículos, ajustarlos, armonizarlos a voluntad, especialmente, al cuerpo mental, porque la dificultad mayor está en que pensamientos incontrolados irrumpen en la mente mientras se está contemplando y esto bloquea, retarda la manifestación de los buenos resultados. En años pasados, se daba una información general y cada persona intentaba hacerlo a su manera; pero, ahora, explicamos las distintas etapas que hay en el proceso para que, gradualmente, realicen el aquietamiento de los cuatro vehículos principales como base fundamental. Luego, seguimos con la respiración para que aprendan a hacerla bien y, finalmente, con la práctica de la Contemplación, el ejercicio estará completo.

Es preciso también tener una base teórica correcta, con los conocimientos necesarios que ayuden a comprender por qué y para qué hace falta realizar la Contemplación, disolver ideas erradas de pasados tiempos y persistir manteniendo cierta constancia en la práctica de los ejercicios.

    La base de la Contemplación está en centrarse en el corazón y expandir su luz; pero algunas personas como no ven, no oyen nada y ni siquiera sienten el latir del corazón, se decepcionan ya que quieren tener manifestaciones y les parece que no han logrado nada. Creen que no les funciona el ejercicio.

— Esto sucede por no tener los debidos conocimientos que puedan dar una completa y mayor preparación. Como he indicado, no hubo oportunidad, en pasados años, de dar un entrenamiento práctico de más alto nivel ya que sencillamente la Amada Conny lo explicó en forma general al inicio, para que pudieran comenzar a entenderlo e intentaran practicarlo. Ella fue la pionera, lo cual tiene mucho mérito porque, anteriormente, no se conocía la Contemplación. Ahora, queremos subir otro escalón y completar lo que faltaba. El nivel mental de la gente, en aquella época, no era apropiado debido a arraigadas creencias religiosas y a un nivel de conciencia muy pequeño, lo cual sólo hacía posible el conocimiento previo.

A lo largo de todos estos años, avanzó mucho la enseñanza. Los alumnos tienen ahora una nueva comprensión sobre Dios, lo cual resulta muy necesario ya que, de lo contrario, no resulta posible tener éxito en la realización del ejercicio. Imaginen que sucedería si hubieran practicado la Contemplación con el concepto del Dios lejano de los Cielos, del Dios de la ira, la venganza y el sufrimiento. Con esas ideas, nunca hubiera funcionado el ejercicio, pues no era posible hacerlo bien; pero, ahora, todo es diferente y la Contemplación puede dar grandes beneficios a quienes, con una mente limpia, la vayan practicando. Se sugiere no curiosear ni esperar lo misterioso.

En otros casos, al haber practicado la Contemplación en forma no correcta, se transformó en una rutina y también, produjo rechazo. Deben saber que el contacto directo con la Divina Presencia en cada ser proporciona beneficios inmediatos. La sola sensación de bienestar y paz es ya un gran logro que puede ser alcanzado por todos. Igualmente, con la práctica, se van despertando facultades espirituales de manera natural y espontáneamente, sin forzar nada.

En relación a la pregunta de si se decepcionan los que no ven y oyen nada, les digo: No viene siendo la finalidad de la Contemplación ninguna exteriorización de ese tipo; pero muchos que no oyen ni ven pueden recibir los beneficios. Aflora alguna facultad en ellos que no tenían anteriormente como, por ejemplo: la intuición perceptiva.

    Está la creencia de que practicar la Contemplación es ponerse a hacer decretos y tratamientos; luego, al final, contemplan un poco y superficialmente.

— Realizar decretos y tratamientos no es hacer la Contemplación sino algo diferente, una manera de ir desarrollando el Poder Interno; pero, a veces, alargan mucho eso y dedican muy poco tiempo a la Contemplación. Sugerimos hacerlo en tiempos distintos.

    ¿Cuál debe ser la forma física adoptada para una buena práctica, sentados o acostados? ¿En qué posición colocar las manos y piernas?

— En relación a esos aspectos, les decimos: Todo lo que tenga que ver con el cuerpo físico ha de ser bien comprendido en el sentido de lograr la necesaria armonía, bienestar y quietud que facilite la Contemplación. No hay necesidad de adoptar ninguna posición corporal específica y reglamentada, porque la finalidad es encontrar la manera más cómoda de realizar el ejercicio. La más adecuada posición consiste en estar sentados con las palmas de las manos sobre los muslos y cerrar los ojos para poder concentrarse; pero ésa no es la única forma que hay. En la posición corporal, se deben tener en cuenta las tendencias que se traen de esta vida y de encarnaciones anteriores, para dar libertad en ese aspecto. Sugerimos usar ropa que sea lo más cómoda posible, no llevar nada apretado que pueda molestar y hacer sentirse incómodos. No forzarse uno mismo con ejercicios de Yoga, que son prácticas diferentes procedentes de otras ideologías y no armonizan en este caso.

    ¿Es mejor darse un baño antes de contemplar y hacer alguna ceremonia?

— No viene siendo nada conveniente practicar ritual alguno que daría entrada a lo psíquico, lo cual puede ser bastante peligroso. Con respecto a si bañarse o no, esto no es indispensable; pero sí tiene un efecto positivo en el sentido de favorecer la relajación y proporcionar bienestar. También se puede hacer la Contemplación sin bañarse. Sugerimos ajustar esa práctica a la comodidad de cada estudiante de la Luz, con la comprensión de no ser indispensable; sin embargo, puede ayudar. Se trata de una norma práctica de libre voluntad, que nunca ha de verse como un ritual.

    ¿Cuánto tiempo se debe dedicar a la Contemplación y cuántas veces hacerla?

— Cada persona ha de decidirlo por sí misma, según sea su comprensión y adelanto evolutivo. Al principio, cuando se inician en el ejercicio, no resulta conveniente dedicarle mucho tiempo ni hacerlo demasiadas veces, pues eso fastidia al yo humano y produce cansancio. Una vez finalizada la práctica, sugerimos terminar, ya que algunos estudiantes se empeñan en mantenerse en estado contemplativo con el resultado de estar sentados en la silla pensando todo el tiempo en sus problemas y asuntos personales.

    ¿Hay alguna forma de saber si la Contemplación se está haciendo bien? porque puede quedar la duda.

— La manera de saberlo varía en cada persona; sin embargo, al conocer la instrucción que ahora estamos dando, podrán ver los resultados y comprender, por ustedes mismos, si lo hacen bien o no. Observen sus vidas para darse cuenta de si hay o no cambios, pues todo se conoce por los frutos. También lo pueden saber por lo que sientan. Si están tranquilos, tienen mayor bienestar, vitalidad y paz, entonces, van en la dirección correcta. Igualmente, si desean hacer esta práctica por parecerle agradable, sin tratar de esforzarse y realizarla por obligación ni sentir rechazo. Cuando lo hacen porque les gusta y se sienten bien, los resultados obtenidos son buenos.

    ¿Cómo practicarla mejor, con luz o en la oscuridad?

— Acerca de la luz y la oscuridad, les decimos que lo importante es tener en cuenta la luz proveniente del corazón, sin importar lo externo. Sugerimos, a los alumnos que están comenzando, no realizar la Contemplación con la luz apagada ya que, debido a grabaciones mentales y ataduras psíquicas procedentes de ésta o anteriores encarnaciones, pudiera surgir molestias o intromisiones provenientes de lo psíquico. Por ello, resulta mejor tener el cuarto iluminado, que no esté en la oscuridad. También les decimos que, antes de comenzar, es muy importante realizar la protección para estar bien resguardados.

Con respecto a los estudiantes que están más avanzados, hacer la Contemplación con luz o sin ella no tiene gran importancia y viene siendo algo de la propia elección personal, porque la luz o la oscuridad no interesan ya que se trata de una experiencia interna.

    ¿Se debe usar la misma silla o asiento, que esté colocado en el mismo lugar todo el tiempo?

— Practicar la Contemplación no requiere crear dependencia alguna con respecto a un determinado lugar; sin embargo, saben que, cuando se hace algo en forma continuada y en el mismo lugar, energizan ese sitio de manera específica lo cual es favorable porque facilita la Contemplación ya que, anteriormente, se creó un ambiente agradable que ayuda; pero aclaramos que no debe haber dependencia ni rutina con respecto a un sitio específico, pues la Contemplación no depende de condiciones externas por ser un logro interno. Puede ser realizada en diferentes lugares y, muy favorablemente, al aire libre en unión con la naturaleza.

Es conveniente recordar que no siempre podrán contemplar en ambientes adecuados y de agradable bienestar, pues se debe practicar también en condiciones difíciles y lugares inapropiados, lo cual es parte de un necesario entrenamiento y ascenso evolutivo. Lograr la armonía en medio del ruido externo es algo que no lo puede realizar cualquiera; sin embargo, alguna vez, tendrán que hacerlo.

    Sobre la posición de las manos y los pies, ¿es mejor poner las palmas hacia arriba o hacia abajo? Algunas escuelas espirituales lo hacen de la segunda forma.

— En realidad, la posición de las manos no afecta el resultado del ejercicio. Con las palmas hacia arriba, pudiera haber cierta tensión, por lo cual es más cómodo y mejor hacerlo hacia abajo. La forma de colocar las manos no es una norma fundamental porque lo importante viene siendo adoptar una posición cómoda, ya que el buen resultado del ejercicio no depende del cuerpo físico sino de la luz que irradia desde el corazón, lo cual ajusta los vehículos y favorece la vida personal.

    Durante los comienzos de los años pasados, estaba la costumbre de quitarse los zapatos antes de iniciar la práctica espiritual, los dejaban afuera de la sala. ¿De dónde viene esa costumbre? ¿Es algún ritual? Quienes lo hacían no sabían por qué.

— En un principio, la intención era lograr mayor comodidad; pero, posteriormente, le dieron un aspecto ritualístico lo cual no es aconsejable. Quitarse los zapatos significa también dejar las preocupaciones y sobresaltos en los hogares y no llevarlos, con ellos, al lugar donde se está practicando la Contemplación.

El ritual se conserva en algunas religiones como, por ejemplo: el Islamismo. Cuando yo visité Turquía y fui a la Gran Mezquita Azul de Estambul, fue preciso quitarse los zapatos a la entrada y pagar a un cuidador de ellos a la salida para que los devolviera. Nadie sabe por qué se quita los zapatos; es como una rutinaria costumbre y nadie pregunta el porqué.

Todos los rituales se transforman en rutinas sin explicación en posteriores tiempos.

    Otra costumbre que data de los años pasados era que los dirigentes o guías se ponían largas túnicas de distintos colores. Así sucedía en Caracas, cuando vivía Conny Méndez. ¿Era esto por asociación con “Jesucristo” y la época en que estaba en la Tierra Jhasua de Nazaret? ¿Por qué se adoptan esas rutinas?

— En efecto, por entonces, había fuertes creencias religiosas; pero, también la costumbre resultaba necesaria para dar importancia a lo que realizaban, como una forma de respeto y valoración. El yo humano de esas personas, por los años pasados, necesitaba el impacto para poderse elevar y valorar lo que se hacía.

    ¿Es bueno realizar la Contemplación cuando hay cansancio o esperar a sentirse mejor?

— Sugerimos como lo más apropiado hacerla cuando se encuentren en buenas condiciones y estén armonizados; sobre todo, cuando se está empezando con esta práctica; pero, después y al encontrarse ya más seguros, podrán realizarla en cualquier momento. Sintiendo cansancio, el esfuerzo es mayor porque se precisa ajustar a los vehículos y poner voluntad en ello. Si se encuentran tranquilos y en paz, es mejor.

Practicar el ejercicio durante la noche estando cansados puede producir sueño y quedarse dormidos; en otros casos, alternar el normal sueño y permanecer despiertos el resto de la noche no resulta conveniente. Las horas de la mañana son las mejores. Es preferible haber realizado algunos movimientos, incluso bañarse antes y cambiarse de ropa ya que, por tendencia natural, contemplar en la cama después de despertar es volver a quedarse dormidos. Que cada estudiante de la Luz encuentre, por sí mismo, el lugar adecuado y la mejor manera de hacerlo.

Esto tiene que ver con el sentido de valoración porque, si se valora la Contemplación, buscarán el tiempo más armonioso en el cual se sientan bien, estén descansados, no tengan agobio ni apremio hacia nada.

Para los estudiantes que comienzan, las condiciones deben ser favorable. Posteriormente, estando más adelantados, podrán liberarse del cansancio y la preocupación por medio de esta práctica.

    ¿Es recomendable hacer la Contemplación en los estados de angustia y sobresalto?

— Con alteración por graves problemas, resulta muy difícil hacer la Contemplación, a menos que sean estudiantes avanzados. Cuando están inquietos, agobiados y sobresaltados, lo más recomendable es calmarse, buscar la paz por medio de respiraciones rítmicas. No deben forzar el estado de interna quietud.

    ¿Cómo saber que está molestando el Astral, lo psíquico durante el ejercicio?

— Si no se realizó antes la protección y se encuentran alterados, desajustados, en baja vibración, pudiera colarse lo psíquico para perturbar; también, en los casos de conexión con el Astral por no haber cortado esa influencia. El alerta sobre la situación pueden sentirlo al llegar una sensación de temor, malestar, angustia. Cuando esto se advierte, realicen inmediatamente una invocación a la Divina Presencia, al Gran Poder de la Luz y hagan tratamientos de protección.

No prolonguen demasiado el ejercicio, pues eso puede fastidiar y producir cansancio.

    ¿Se puede tener alguna experiencia extraordinaria durante la Contemplación?

— En ciertos casos, llegan experiencias positivas que dan entusiasmo y alegría e indican que van por buen camino, por lo cual el estudiante se siente contento. Pueden ser visualizaciones, por ejemplo, sensaciones de felicidad y paz interior como motivaciones enviadas por la Divina Presencia para ayudar.

    ¿Hay algún aprendizaje?

— Esto corresponde a la meditación, a la comprensión de ideas relacionadas con algún tema específico o asunto de interés personal, porque la Contemplación es un estado de quietud completa sin que haya necesidad de tener que comprender nada.

    ¿Se tarda mucho en ver los resultados cuando se está practicando la Contemplación durante cierto tiempo? Es importante saberlo.

— Los resultados son inmediatos y tienen diversos matices ya que, aunque no se ve ni se oye nada, quienes practican se sienten muy bien y la vida les mejora. Los que practican la Contemplación pueden ver estos resultados en sus propias vidas y, para ello, no han de esperar mucho. Si comparan el ahora que tienen con los tiempos de antes en los que no hacían la Contemplación, verán que sí han mejorado. Pueden también observar que, cuando no contemplan, surgen problemas, dificultades que desaparecen al ponerse a practicar el ejercicio y perseverar en el tiempo, sin desorden ni dejadez. Además, se han de sentir bien y quererlo hacer.

Conclusiones

Descartando los rezos, que no van con la Enseñanza Ray Sol, vamos a dejar bien definidas las tres formas que hay de contactar a Dios. Las resumimos de la siguiente manera, según la finalidad: La oración está relacionada con pedir y demandar ayuda para resolver los problemas y asuntos personales. Puede ser asociada con la Invocación que realizan las personas interesadas en la Enseñanza Ray Sol.

Originalmente, tal como lo explicó el Mesías, la oración era una acción de gracias juntamente con el deseo de unirse a Dios para crecer internamente sintiéndose parte de El e ir aceptando el Poder Interno; pero esa finalidad fue cambiando hasta convertirse en lo que ahora es la oración: Una petición de ayuda nada más,  en casos de agobio y necesidad; pero esto alivia a muchas personas, les da seguridad.

Al sentir interna gratitud, hay cierto acercamiento a la Contemplación; pero, como la gente desconoce su propio poder y le pide al Dios lejano de los Cielos, a los santos de los altares, esa separación impide tener mayores resultados. Siempre, el hijo se queda desprotegido y se siente incapaz de resolver sus asuntos por sí mismo. Es como si la corriente eléctrica fuera cortada con unas tijeras que rompen el cable conductor. Al haber esa separación, ya la energía no puede circular.

La meditación tiene otra finalidad: Hacer preguntas sobre temas espirituales y personales para llegar a obtener las correspondientes respuestas. Se trata de querer saber algo que interesa para intentar resolverlo por uno mismo con su fuerza de voluntad y también dando órdenes a la vida que serían, en los que practican, los decretos y tratamientos.

En la Contemplación, no se pide ni se pregunta nada; tampoco se hacen tratamientos, decretos ni ejercicios pues eso corresponde a otra práctica. La finalidad principal está en la unión consciente con Dios, con la Divina Presencia, su Representante directo, y con los seres de luz para crecer en fuerza y poder. De ahí las palabras “Yo Soy” que, entendidas con alta conciencia, hacen posible la exteriorización del Poder Interno en uno mismo y poder desarrollarlo.

Al comienzo de esta práctica, los estudiantes de la Luz y personas interesadas van adquiriendo la conciencia suficiente para ser aprendices, porque la exteriorización plena del Poder Interno no está nada más empezar y, en la Tercera Dimensión, esto no resulta tan fácil; pero el adelanto se ve claramente. Hay muchos beneficios que pueden ser obtenidos practicando la Contemplación en forma correcta.

Cuando un niño, en el plano físico, busca la compañía de su padre, lo puede hacer por varios motivos: Para pedirle ayuda en las necesidades de la vida en lo referente a comida, ropa, educación y otros aspectos prácticos. Esto podría ser comparado con la oración. Otras veces, busca a su padre para recibir orientación, consejos que le hagan comprender las situaciones personales, lo cual equivaldría a la meditación. Finalmente, va a él sólo por amor para crecer con su ejemplo y en su compañía. Esa sería la Contemplación según la comparación presentada.

Pasos a seguir en la Contemplación

En la realización práctica del ejercicio, hay algunos pasos preliminares por seguir, que son los siguientes:

1_ COMENZAR POR HACER LA PROTECCION DE LUZ para evitar intromisiones que puedan perturbar en lo invisible, procedentes del Astral y también pensamientos, sentimientos ajenos (ideas extrañas). Para ello, damos algunos ejercicios.

2_ AJUSTAR Y ARMONIZAR LOS CUATRO VEHICULOS DE EXPRESION: Físico, mental, emocional y etérico, lo cual resulta muy necesario para el logro de la quietud y el contacto interno que se precisa. Se logra por medio de la respiración rítmica y la relajación bien realizada, durante un tiempo adecuado.

Estos cuerpos no están acostumbrados al orden, se encuentran muy contaminados y desajustados, son como niños malcriados y desobedientes que hacen ruido, protestan, proceden cada uno por cuenta propia. Es preciso un trabajo de reajuste y armonización para comenzar a dar paso a la Voluntad Divina y que la energía pueda fluir bien. Hacer estos ejercicios resulta indispensable, pues así como se limpia un cristal que está sucio para que la luz del Sol pueda penetrar en un cuarto semioscuro, igualmente sucede con la densidad e inarmonía de los vehículos. Hay que purificarlos, limpiarlos y ajustarlos.

3_ LA LIMPIEZA Y PURIFICACION DEL CUERPO MENTAL es muy importante, porque este vehículo está siempre en continua acción y tiene infinidad de grabaciones malsanas procedentes de pensamientos que van y vienen. Por ello, al realizar la Contemplación, esos pensamientos irrumpen en la conciencia e impiden una buena realización del ejercicio. Se precisa aprender a aquietar al cuerpo mental y mantenerlo en un estado de armonía durante todo el tiempo que dure la Contemplación que no debe ser muy larga.

El cuerpo físico reclama también moviéndose aquí, allá, se rasca la cabeza, la barbilla, etc; el cuerpo emocional expresa sentimientos y emociones. El cuerpo etérico también protesta a su manera porque, a ninguno de los cuatro, le agrada la quietud, el silencio y no hacer nada durante un tiempo prolongado, ya que están acostumbrados a la acción.

4_ El aquietamiento de los vehículos puede hacerse igualmente realizando respiraciones rítmicas suaves y profundas, con la atención centrada en el corazón. Estos cuatro pasos son los necesarios y fundamentales para el logro de una buena Contemplación.

En lo referente a la postura más adecuada para realizar la Contemplación, sugerimos hacerla sentados con la espalda recta, no cruzar piernas ni brazos pues esto, además de ser bastante incómodo, dificulta mucho el ejercicio. Descansen los pies en el suelo separadamente, no inclinen la cabeza hacia abajo y procuren vestir ropa holgada, cómoda, que no les presione ni les apriete. Si sienten algún malestar con respecto a los zapatos, pueden quitárselos si lo desean; pero que esto no sea un ritual.

Con respecto a la colocación de las manos si mantenerlas sobre los muslos con las palmas hacia arriba o hacia abajo, eso está relacionado con el flujo de energía y pertenece a explicaciones más profundas, a ejercicios avanzados relacionados con la distribución de la energía a través del cuerpo etérico; sin embargo, para la realización de la Contemplación, no es necesario considerar el fluir de la energía, lo cual será explicado en otra ocasión, cuando llegue el momento y esto lo puedan comprender. En la etapa actual, sugerimos hacer la Contemplación en forma sencilla, por medio de un ejercicio que busca la quietud y la armonía de los vehículos para el logro del contacto interno, lo cual requiere el conocimiento y buena práctica de la relajación en forma correcta.

Por tal razón, es mejor, más apropiado la nueva posición de las manos, que descansen hacia abajo sobre las piernas por ser la manera más cómoda para el cuerpo físico, ya que la forma anterior de hacerlo hacia arriba puede generar cierta tensión en algunos músculos y resulta algo incómoda cuando se realiza el ejercicio durante un tiempo prolongado.

Se trata de un cambio hacia algo mejor, porque lo practicado anteriormente por ustedes está bien y cumplió una buena función; pero, por la renovación y ampliación de la enseñanza, aconsejamos, ahora, el cambio para pasar a otra etapa de mayor realización.

Sobre los decretos, invocaciones y tratamientos

Los decretos son órdenes dadas a la vida para que se cumplan. Tienen mayores resultados cuando hay conciencia del Poder Interno y se realizan con decisión, con firmeza. Decretar es mandar con interna convicción y fe en los resultados.

Invocar es llamar, pedir asistencia. Puede ser comparado con la oración; pero a más alto nivel, porque ya no se hace a los santos de los altares sino a Dios, a la Divina Presencia, su Representante, a los Maestros Ascendidos, Hermanos Mayores y seres de Luz. Quien invoca no tiene necesidad de rezar pues eso corresponde a un nivel de conciencia menor.

Un tratamiento es algo más completo ya que incluye decretos, invocaciones. Se realiza con un fin determinado, para resolver algún problema, lograr la solución de una situación. Por ejemplo: a nivel externo, los médicos dan un tratamiento a los enfermos y les indican en él la forma de curarse.

Tanto los decretos como las invocaciones y tratamientos son formas altas de espiritualidad superada  para los nuevos tiempos.